En toda mi vida, salí una vez, sólo una vez del país. Estuve un mes en Alemania (Berlín, Hamburgo, Frankfurt y otra ciudad que no me acuerdo)... pero tenía dos años. Así que es como si nunca en mi vida hubiese salido.
En realidad, fuimos una vez a Martín García, una isla argentina que se encuentra del lado uruguayo del Río de la Plata. Entonces estuvimos en aguas uruguayas.
La cosa es que, salvo esa vez, nunca salimos del continente americano. Ni siquiera del sudamericano.
Como se habrán dado cuenta por mis dos últimas entradas, este año está colmado de sucesos inesperados. Y hoy surgieron dos bastante extraños.
Primero: antes, mi hermano y yo estábamos viciadísimos con el Age of Mythology, donde salen los griegos (como supongo que sabrán). La cosa es que le hicimos prometer a mi mamá que, cuando mi hermano tuviese nueve y yo trece, nos iba a llevar a Grecia. Ella aceptó, pensando que nos íbamos a olvidar. Después se dio cuenta de que sólo faltaban dos años, pero bueno... a lo mejor nos olvidábamos igual.
Además, de pequeña leí Eugenia en Venecia, un libro que habla sobre una chica que se va de vacaciones a Venecia con su papá unos días. Aunque no lo parezca, el libro está bastante bueno... y, por supuesto, te quedan las ganas de ir a Venecia antes de que se hunda. Como mi mamá también lo había leído, tenemos desde prácticamente siempre el plan de visitar Venecia.
Lo que pasó es que ni mi hermano se olvidó del viaje a Grecia ni yo del viaje a Venecia. Así que parece que el año que viene lo vamos a hacer: vamos hasta Roma, tomamos un barco a Venecia... y ahí es cuando se meten las amigas alemanas de mi mamá (vivió unos años en Alemania). Venecia está cerca de Alemania, ¿cómo no visitar a Gaby, en Berlín, a Eva, en Hamburgo, a Irma, en Stuttgart...? Y ya que estamos, ¿por qué no vamos a Holanda, a visitar a Isabel? Por eso no sabemos si lo vamos a hacer... sería un viaje excesivamente largo. A mí me encantaría, pero no soy yo la que decide.
Bueno, después de irnos de Italia, Alemania u Holanda, en donde estuviésemos, iríamos a Grecia. Me encantaría poder hacer ese viaje... sí, sería el año que viene, pero ya no puedo esperar. Odio esta ciudad, quiero salir... e ir a algún lugar interesante o que aún no haya visitado, porque por irme a San Bernardo prefiero quedarme en mi casa.
Pero eso no es lo único.
Afortunadamente, no.
Mi mejor amiga de toda la vida el año que viene cumple quince. Acá los quince vendrían a ser los dulces 16, solamente que se puede elegir entre fiesta o viaje. Y mi amiga eligió viaje.
Hoy a la mañana entra un mensaje de la mamá de mi amiga, al celular de la mía.
"El año que viene nos vamos a Europa de viaje de 15. ¿Y si vienen Ro y vos?"
No sé qué va a pasar. No sé si vamos a hacer los dos viajes por separado, no sé si vamos a "fusionarlos" , no sé si sólo vamos a hacer uno; en ese caso, no sé cuál vamos a dejar de hacer; no sé si no vamos a hacer ninguno. Pero al menos está el proyecto de tener unas vacaciones especiales el año que viene.
Me despido, queridos daims que soportan todos mis desahogos, los alegres y los tristes.
Y me despido yo también.
Fluke 1507
Hace 1 año